Hace unos días, el pasado día 12 de febrero, se firmó ante notario la escritura de constitución de la Fundación Agroalimentaria Gallega, una entidad que nace con sede en Lugo para generar sinergias y promover acciones que contribuyan a impulsar un sector fundamental en Galicia, el agroalimentario.
Con la firma de la escritura se constituye también su patronato fundacional, que inicialmente estará integrado por Carlos Cebrián Escobar, en representación de la empresa Suministros Megaro Foods S.L., que ejercerá como presidente; Jaime López, secretario general de la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL), que ejercerá como director gerente de la Fundación y Eduardo Valín, de Embutidos Montepicato S.L., que desempeñará funciones de tesorero.
El fin general de la nueva entidad será el de “agrupar a diferentes organizaciones empresariales, empresarios individuales, entidades mercantiles empresariales y distintas entidades de la Comunidad Autónoma Gallega con el objeto de fomentar y promover el sector agroalimentario gallego con el siguiente desarrollo y potenciación del medio rural en Galicia”. Con mayor concreción, la Fundación Agroalimentaria Gallega busca que las empresas del sector agroalimentario puedan terminar ciclos productivos en Galicia e incrementar el valor del PIB comunitario.
Presidente
El primer presidente de la Fundación Agroalimentaria Gallega, Carlos Cebrián Escobar, es un empresario de origen catalán afincado ahora en Castro de Rei a través de la empresa Suministros Megaro Foods, hoy una de las mayores empresas exportadoras de la provincia de Lugo en volumen y por países, pudiendo de este modo aportar un gran conocimiento en materia de internacionalización a otras empresas del sector.
Objetivos
Teniendo en cuenta el fin fundacional, entre los objetivos de la Fundación Agroalimentaria Gallega se encuentran “la puesta en marcha de un proyecto global de cooperación entre los distintos estamentos de la sociedad de la Comunidad Autónoma de Galicia con el fin de relanzar el sector agroalimentario gallego”; “impulsar la consolidación del sector agroalimentario gallego a través de la innovación y la tecnología”; “aglutinar y apoyar iniciativas para hacer frente a los retos de la industria agroalimentaria gallega en áreas como digitalización, automatización, sostenibilidad y desarrollo de productos innovadores y/o con valor añadido”, “impulsar iniciativas empresariales que redunden en la promoción del sector agroalimentario de Galicia”; “potenciar y/o arropar cualquier iniciativa económica, social y cultural que redunde en beneficio del sector agroalimentario gallego y en su proyección exterior”; “captar y atraer inversiones viables con la consiguiente generación de puestos de trabajo”; “potenciar la pyme agroalimentaria gallega”; “impulsar y promocionar iniciativas en materia de internacionalización de las empresas agroalimentarias gallegas” o fomentar “la economía social en el sector agroalimentario gallego”.
Para la consecución de estos objetivos, la Fundación prevé la realización de una serie de acciones y, como paso previo, la elaboración de “un estudio de diagnóstico y perspectiva que analice en profundidad las prioridades de actuación”. Ente las actividades a diseñar se encuentran desde la organización de “actividades formativas” especializadas, así como “promover estudios y publicaciones”, instituir “premios como elemento impulsor de iniciativas empresariales” y, en general, “coadyuvar en la potenciación del medio rural gallego”.
La Fundación prevé la incorporación de nuevos miembros en condición de “adheridos, colaboradores o de honor”, tras acuerdo de su Patronato.